CASA LAGOS, Madrid

Con un programa de necesidades claramente establecido, la casa se implanta en el centro de la parcela definiendo dos áreas con orientaciones y ambientes complementarios.

Al Norte hacia el acceso, la casa transmite serenidad cuando es descubierta reflejada en la lámina de agua al atravesar el seto troquelado que de forma ininterrumpida flanquea los laterales del recorrido dentro de la exclusiva urbanización.

Valores significativos del agua, la fuente, la piedra y el patio abierto acompañan hasta la entrada de la casa en la emocionante experiencia espacial de la secuencia del fuera del jardín al semi fuera del patio y de este al pórtico semiabierto a doble altura que despliega el espacio interior atravesado visualmente por la amplia perspectiva generada.

Al Sur con un ligero declive hacia el mediodía, el terreno invita a la casa a orientarse en ángulo recto hacia el sol, sin alterar la topografía natural, adoptando para ello una planta de distribución en forma de mano abierta que acaricia su superficie generando entre los dedos microespacios que activan la energía del lugar potenciando su permeabilidad y continuidad espacial.

Hacia el jardín los cuerpos horizontales aparecen estáticos, flotando levemente sobre los parterres, entre los que se ha insertado libremente la escalera de caracol como órgano vertical dinámico que conecta la suite con la playa de la piscina y esta con el solárium situado en la cubierta que con una ligera elevación sobre la cota de la terraza y encintado por la lamina de agua actúa como un mirador elevado sobre la masa arbórea con vistas que alcanzan al fondo el skyline de Madrid.